Cuidados Básicos de la Piel de los Recién Nacidos
- Dra. Ximena Pinilla
- 21 dic 2018
- 2 Min. de lectura

La piel de los bebés recién nacidos y los niños es diferente a la de los adultos, siendo entre un 40% y 60% más delgada, con menos vellos, más frágil, y debido a estas diferencias la absorción de sustancias a través de la piel es mucho mayor. El recién nacido nace recubierto por una capa blanca amarillenta oleosa que se conoce como vermix caseoso, que le servía de protección del liquido amniótico y el ambiente intrauterino, y que hay que tratar con cuidado una vez nace el bebé.
Es importante resaltar que en los primeros días de vida se pueden encontrar diferentes grados de inmadurez en las capas de la piel lo que hace a los recién nacidos más propensos a la deshidratación por pérdida de agua a través de la piel, y a tener una mayor dificultad para regular la temperatura corporal.
La piel actúa como una capa protectora, y cualquier alteración en la misma representa una oportunidad para el inicio de una infección o alguna alergia en la piel. La importancia del cuidado de la piel del recién nacido radica en que:

El recién nacido no tiene bacterias protectoras en la piel al nacer, por lo que cualquier bacteria que cause infección tiene vía libre para crecer y generar enfermedad.
El recién nacido tiene al menos una herida abierta, el ombligo, el cual si no es cuidado adecuadamente es una puerta de entrada para infecciones.
El recién nacido está expuesto a objetos y personas colonizadas por microorganismos que pueden generar infecciones en el bebé.
Mis Recomendaciones

Ya entendiendo la importancia de mantener esta barrera física protectora en el mejor estado posible, a continuación te doy mis recomendaciones para el cuidado de la piel de los bebés recién nacidos:
Se debe remover muy suavemente con agua tibia la sangre y el vermix caseoso que recubre la cara y la cabeza.
No remover el vermix caseoso del resto del cuerpo, este se irá cayendo solo.
Limpiar con cuidado la cola y región genital con agua tibia y algodón. Evitar las toallas húmedas con alcohol.
Limpiar el área del ombligo suavemente con alcohol 2 a 3 veces al día. No utilizar Isodine.
Iniciar el baño del recién nacido después de que se haya caido el ombligo para minimizar el riesgo de infección de esta zona.
Realizar el baño de los recién nacidos 2 a 3 veces por semana, baños cortos, con agua tibia, utilizar jabones sin fragancias o sustitutos de jabón (Syndet) únicamente en las áreas de mayor aseo: axilas, genitales, manos y pies.
Ante cualquier alteración en la piel, solicitar consulta con dermatología para obtener un diagnostico certero y un tratamiento exitoso.

Para Terminar
Recuerda que cualquier duda que tengas acude directamente a tu dermatólogo, la piel del recién nacido requiere de toda tu atención, cuidado y amor.
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